¿Alguna vez has notado que la fiebre aporta una intensa sensación de frío? Pero ¿por qué sentir frío si tenemos una alta temperatura exterior? En la práctica, la fiebre es una advertencia a algún tipo de infección en el cuerpo. Cuando nuestro cuerpo recibe esta señal, comienza a acelerar la producción de anticuerpos para combatir al agente invasor. Esta actividad resulta en un aumento de la temperatura corporal exterior.
La sensación de frío que tenemos durante la fiebre se debe a que el cuerpo comienza a perder calor rápidamente. Este proceso se inicia cuando los vasos sanguíneos de la piel comienzan a hincharse para enviar calor al entorno externo del cuerpo.
Normalmente, los seres humanos tienen una temperatura corporal equilibrada del medio ambiente, siendo a aproximadamente 37ºC. Cuando el cuerpo empieza a calentarse, la persona sustituida automáticamente por la sensación de que el medio ambiente es más fresco. Además, la sensación de frío también viene debido al aumento de la sudoración, un proceso que sirve para ayudar a enfriar el cuerpo tiene fiebre. Por lo tanto, está claro que no debemos sentir calor con fiebre, pero frío.
Recuerde también que el aumento de la temperatura corporal se considera fiebre cuando el termómetro va desde 37,5º. El cambio de temperatura puede resultar de la infección por virus o bacterias. Hay que evitar la automedicación y acudir al médico en caso de fiebre alta. En resumen, sensación de frío que hemos generado por el proceso de intercambio de calor entre el organismo y el ambiente externo, lo que provoca un desequilibrio. La fiebre es un signo Clínica bastante común y merece cuidado y atención especial.
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